La imagen muestra el proceso Scrum, una metodología ágil para la gestión y desarrollo de proyectos. Scrum se organiza en ciclos llamados Sprints (de 2 a 4 semanas) y se enfoca en la entrega incremental de funcionalidad, asegurando flexibilidad y mejora continua. A continuación, se explica el proceso representado en la imagen:
1. Visión del producto
- El proyecto comienza con una idea clara o una visión que define los objetivos y metas generales.
2. Historias de usuario
- Las necesidades o funcionalidades del producto se describen en historias de usuario, que son pequeñas descripciones desde el punto de vista del cliente o usuario.
3. Product Backlog
- Todas las historias de usuario se priorizan y organizan en un Product Backlog, que es una lista de tareas pendientes y requisitos del proyecto.
4. Sprint Planning
- En la planificación del Sprint, el equipo selecciona las historias más prioritarias del backlog para trabajarlas en el próximo Sprint, creando así un Sprint Backlog (lista de tareas a completar durante el Sprint).
5. Sprint
- El Sprint es el núcleo del proceso, con una duración de 2 a 4 semanas. El equipo trabaja para completar las tareas seleccionadas.
- Se realiza un Daily Scrum (reunión diaria de 15 minutos) para coordinar el progreso, identificar bloqueos y ajustar el plan si es necesario.
6. Sprint Review
- Al finalizar el Sprint, se realiza una revisión para presentar la nueva funcionalidad o producto incrementado al equipo y a los interesados. Esto asegura que se cumplen las expectativas.
7. Retrospectiva
- Después del Sprint Review, el equipo realiza una retrospectiva para evaluar qué funcionó bien, qué no, y cómo mejorar en el próximo Sprint.
8. Nuevo incremento de funcionalidad
- Cada Sprint entrega un incremento de funcionalidad que se integra al producto final, acercando al equipo al objetivo principal.
El proceso se repite en ciclos, lo que permite incorporar cambios y adaptarse a nuevas necesidades del cliente o mercado, mejorando continuamente el producto y la forma de trabajar del equipo.